Alrededor del mundo no existen árboles tan antiguos de té como los que habitan al interior de China. Sus grandes follajes dan vida a las cordilleras montañosas que se han arraigado al suelo por el peso de su propia historia. Estos siguen siendo espacios que, hasta el día de hoy, son emblema de las riquezas naturales de las que subsisten sus provincias, como Anhui en donde se procesa el té rojo (té negro en Occidente), que dio origen al “English Breakfast”, tan popular en la Inglaterra del siglo XIX.
Resulta interesante la referencia que el paladar inglés en su momento apreciaba sobre a qué debería saber un té rojo, pues el gusto por los amaderados toques ahumados del Zhen Shan Xiao Zhong (Lapsang Souchong), se consideraban de los sabores deseables de un té rojo ya preciado como favorito entre los paladares occidentales de la época. Probar el verdadero Qi Hong de árboles semisalvajes en nuestra sesión al Círculo de Té, fue el marco de una gran conversación con Shunan Teng en medio de un panorama yuxtapuesto a lo que podría encontrarse en un Keemun convencional.
Las pequeñas y retorcidas hebras obscuras y marrones de Qi Hong, cosecha 2019, pertenece a uno de los lotes más populares de los últimos años desde su descubrimiento, lo que supone una experiencia completamente diferente a cualquier otro té históricamente valioso que hayamos probado anteriormente.
Su elegante fragancia a rosas frescas permea completamente la habitación al infundir Qi Hong, tal cual rosal silvestre en plena floración. Los licores ambarinos son bellamente traslúcidos y centellean en las transparencias del cristal, como ambientando un privilegiado espacio que ve correr en el río las tiernas gotas del sereno suspendidas aún en el verdor de las hojas.

La boca se humedece placenteramente en la calidez de sus sorbos, mismos que pasan por la garganta humectando con su sedosidad cada sentido que se cautiva en su dulce néctar silvestre.
Apenas un brote y una hoja desenvuelven sus pliegues al calor del agua encontrándose con nuestra mirada. Las formas en las que se desprenden la hacen lucir como un capullo de rosal floreciente, sin duda un bello paisaje que despliega su hermosura.
Qi Hong tiene la estupenda habilidad de anunciar su llegada en la suavidad de sus perfiles aromáticos más cautivos que trazan su camino en nuestra memoria con la naturaleza de un sueño que no se olvida. Su vapor emerge como nubes hacia el cielo, mientras al interior del gaiwan, el cuenco arropa con su calor el surgimiento de la vida en la tierra obsequiándonos el más bello espacio en Shi Ji, Qi Men.

Sé testigo de esta historia y continúa el relato sorbo a sorbo en nuestras sesiones mensuales al Círculo de Té, en donde encontrarás la información detallada de tus hebras favoritas infundiendo a la par de nuestros grandes expertos y comunidad de entusiastas. Tenemos sesiones cada mes, inscríbete ahora y eleva tu experiencia con la comunidad internacional de té más espectacular de habla hispana.
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