Cuando nos adentramos en el mundo del té nos encontramos con que es un mundo inmenso, no solo porque tiene miles de años de historia sino porque hay rituales y elementos que lo rodean y que suman al entendimiento de que el té no es solo una bebida, sino una experiencia.
Uno de esos elementos que eleva la experiencia del té es la cerámica, la cual tiene su propia historia y particularidades que dotan a cada pieza de un carácter propio.
En Soy Té, hoy tenemos la fortuna de tener en nuestro catálogo piezas de cerámica para preparar matcha creadas con un estilo y herramientas históricas.
Hoy te contaremos todo lo que necesitas saber sobre el origen nuestros nuevos Katakuchi.
¿Qué es un katakuchi?
Un katakuchi es un bowl para preparar matcha que tiene un pico que permite verter el contenido con mayor facilidad y sin derrames. Esta es una de las herramientas favoritas de las personas para preparar el matcha sobre todo cuando prepararán otras bebidas como lattes o limonadas en lugar de beber el matcha directo del bowl.

¿Quién creó nuestros katakuchi?
El ceramista a cargo de la producción de nuestros katakuchi es Yoshika San, quien tiene un acercamiento particular al arte de crear piezas de cerámica. Para empezar, el horno con el que trabaja fue construido en 1826, o sea que tiene casi 200 años de historia y trabajo que han pasado por ahí. Además, usa un torno tradicional de alfarero que no es automático, sino que se activa con el pie y se va regulando su velocidad de acuerdo con el trabajo de cada artesano.
Todo esto es importante porque, al ser un trabajo que se hace de manera completamente manual, el ritmo de trabajo y las manos de cada artesano quedan plasmadas en cada una de las piezas que se trabajan. Al no contar con la velocidad de producción que ofrecen las herramientas eléctricas o automatizadas, cada pieza se hace con calma y con intención, esto sumado a la aleatoriedad de trabajar con el horno terminan dando resultados únicos. Y en eso reside la belleza de estas piezas, en que cada una proviene, y por tanto es, una experiencia única.
Además, Yoshika San trabaja con arcilla y esmaltes que producen en su propia fábrica, asegurándose que la calidad de la materia prima que tienen para trabajar es ideal para alcanzar los resultados que desean.

Hagi Yaki, el estilo de cerámica elegido
El Hagi Yaki es un estilo de cerámica japonesa que comenzó a hacerse con la llegada de ceramistas coreanos después de las invasiones japonesas a Corea.
Una de las particularidades de este tipo de cerámica es que se usan hornos escalonados para su creación, lo cual dota a las piezas de un tono naturalmente rosado al hacer la cocción.
La manera de calentar cada nivel del horno es uno de los rituales más importantes al trabajar este estilo de cerámica. Cada cámara del horno va calentándose y pasando el calor a las siguientes cámaras, el cual se regula gracias a pequeños agujeros llamados hibuki-ana que permite que fluya el calor y el aire.
Este estilo de cerámica le da un acabado a las piezas que es poroso y que resulta en nanabake, es decir en que el color va cambiando con el paso del tiempo gracias al uso que se le da.
Esto le da un perfil todavía más único a cada una de las piezas.

¿Cómo cuidar de mi katakuchi?
Aunque el nanabake es un proceso muy bonito que se va construyendo poco a poco, la porosidad de las piezas hechas con el estilo Hagi Yaki las hace más propensas a mancharse. Sin embargo, hay maneras de cuidarlo que te permitirán mantenerlo bonito y completamente funcional.
- Si tu pieza es nueva, sumérgela en agua por, al menos, 2 horas. Esto
permitirá que todo el polvo que pueda estar en los poros de la pieza salga y
estos se llenen con agua para impedir que el té o el matcha penetre por
completo y manche la pieza. - Algunas piezas pueden ser tan porosas que el agua salga por los poros,
pero esto no es una señal de alarma, dejará de suceder mientras más se
use y más se vayan llenando de té los poros. - Si tu pieza es altamente porosa puede necesitar que la sumerjas en agua
antes de cada uno; sin embargo, la mayoría de las piezas no lo necesitan. - Para limpiar tu katakuchi, utiliza solo agua y nunca uses jabón, ya que este
puede quedarse en los poros de tu pieza y contaminar el sabor y aroma.
Con el cuidado adecuado, una pieza puede durar muchísimos años e ir guardando
en ella la historia de muchos matchas.
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