Té, tisana o infusión, ¿qué me estoy tomando?

Té, tisana o infusión, ¿qué me estoy tomando?

07 de March, 2024Soy Té

Por Andrea Ramos

 

En el mundo del té de pronto podemos toparnos con términos que nos generan confusión y que no sabemos cuándo usar y cuándo no. Sucede mucho con las palabras té, tisana e infusión, ¿cuál es la correcta para referirme a lo que tengo en mi taza? Y, honestamente ¿hace alguna diferencia? Hoy vamos a platicar sobre estas palabras, qué significan y por qué hay que conocer las diferencias entre una y otra. 

 

Infusión

Cuando hablamos de una infusión, hacemos referencia al resultado de introducir cualquier tipo de hierba, fruta, especia, grano, etc. en agua caliente. Es decir, que las tisanas, el té e incluso el café son diferentes infusiones. Por lo tanto, decir “esto no es un té, es una infusión” sería incorrecto, porque, aunque lo que te estés tomando puede que no sea un té, un té sí sería una infusión. 

 

Algo importante a notar aquí es que el verbo correcto para hablar de “hacer una infusión” sería infundir y no infusionar como decimos coloquialmente. 

 

Tisana

Se le llama así a la combinación de hierbas, plantas, frutos, especias y cortezas que tienen como finalidad ser infundidas. El nombre de estas tisanas dependerá de su ingrediente principal, por ejemplo, las tisanas frutales, florales o herbales. Las tisanas, en su mayoría, no tienen cafeína, a excepción de hierbas como el mate o la guayusa. 

 

Aunque las tisanas frutales suelen no tener ninguna restricción en cuanto a consumo, sí hay que poner atención en qué consumimos y cuánto de tisanas con otros ingredientes. El consumo de herbolaria o especias no es necesariamente peligroso pero lo ideal es hacerlo con la asesoría de alguna persona experta en el tema que pueda orientarnos sobre los diferentes momentos en los que se puede, o no, consumir alguna planta y las cantidades en las que es seguro consumirla.

 

 

Tizanas Florales y Herbales

Le llamamos té a la hoja procesada de la Camellia sinensis la cual, dependiendo del proceso al que fue sometida, puede convertirse en seis categorías de té distintas: blanco, verde, amarillo, rojo (negro en occidente), wulong y negro. Si lo que nos estamos tomando no proviene de esa planta en particular, entonces no es un té, sería una tisana. 

 

¿Entonces el té de manzanilla no es té? No en el sentido estricto de la palabra. Sin embargo, en México el consumo de té ha sido opacado históricamente por la herbolaria, por lo que hemos tomado la costumbre de llamarle “té” a cualquier infusión. Si bien este no es un uso preciso de la palabra, es una costumbre tan arraigada que pretender cambiarla de un día para otro es irreal, pero sí es importante que vayamos conociendo la diferencia entre té y tisana sobre todo por los componentes y las propiedades de cada uno. 

 

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