En nuestro Círculo de Té, nuestra querida amiga Mona de Teawala y Carolina Levy, ambas apasionadas expertas en el mundo del té, nos contaron una de las maravillas del varietal JinXuan, al perteneciente a este Wulong Milk, es la rareza en sabor: altamente incomparable, lo que lo hace destacar ante cualquier té que intente imitarlo. Podríamos decir que se trata de un té relativamente nuevo en el mercado, sería hasta ahora en todo un hito característico del mundo del té. Este JinXuan Wulong Milk comenzó a procesarse durante la década de los 80´s.
De hecho, contrario a lo que podrías imaginarte, este Wulong no contiene ningún aditamento lácteo en sus hebras, sino que más bien es un atributo en su sabor que le aproxima a lo que nuestro paladar reconoce como leche. He ahí la principal característica de distinción entre la realidad y la imitación. Pero, hasta este momento ¿cómo es que esta peculiaridad se desarrolla en la hoja de un wulong?
Antes de transformarse en las hebras que apreciamos desde esta otra parte del mundo, Jin Xuan Wulong Milk proveniente del terruño Shanlinxi, Nantou, tesoro mismo de las tierras de Taiwán.
Sus aromas se desprenden desde el primer momento, incluso antes de su infusión, y pronto evidencian la vida que habitaba en sus raíces. Sus compactas y aperladas hojas dejan entre ver los especiales secretos del varietal Jin Xuan, en dobleces y pliegues de lo que parecerían ser como los rieles de aquel recorrido de la vida unida por los tallos. En los procesamientos del té los tallos son muy importantes, pues regulan la humedad de la hoja durante el contacto directo del oxígeno en el aire mientras se llevan a cabo los pasos de su procesamiento. Pero, ¿al momento de beber una infusión esto es evidente?
Las hojas comienzan a abrirse casi inmediatamente en un primer contacto con el agua caliente, como si estas hojas, en una acción que se aproxima a la respiración, tomarán del vapor su impulso a desenvolverse y liberar entre ellas sus perfumes.
Sus aromas dulces y a frescas nueces horneadas, hacían de esta experiencia la más incomparable a cualquier otra. Las infusiones cristalinas que apenas se acercaban a un color reconocible al ojo humano, se deslizaban en nuestra jarra de la justicia como hilos de aceites cristalinos casi imperceptibles que curioseaban en nuestra mente, tratando de resolver la complejidad de su origen.
Las segundas y terceras infusiones aceitaban el paladar como mantequilla casera derretida, su cuerpo ligero nos rememoraba a esas tazas de leche caliente que devuelven a nuestro cuerpo el calor en medio del invierno, recorriendo nuestra garganta con sus suaves brotes a frondosas flores. Justo así florecía Wulong Milk en nuestra boca, como una rara flor que brota en una estación climática inusual.
Una vez las hojas abiertas en nuestro gaiwan, cada hebra relucía en sus misterios abarcando la totalidad y en sus pequeñas venas transformadas en tallos, circulaba la vida que alguna vez estuvo conectada a las raíces de su terruño que, de alguna forma, resplandece en vida nuestro gaiwan. Dulces hojas húmedas y horneadas que fueron el brote de Taiwán para emigrar a un nuevo lugar, hebras de té viajando por el mundo contándonos entre sorbos el origen y sabores de la vida que depende de sus tierras. Hoy este suspiro tan lleno de tus suaves esencias de orquídeas, transmuta en nuestros recuerdos como un dulce y sutil momento a cremosas avellanas bañadas en caramelo fundido, haciendo de este, un espacio en donde se es feliz.
La vida de una hebra de té se compagina con los deliciosos sabores de una taza y se hace uno en los torrentes sanguíneos de nuestro sistema circulatorio… los tallos que una hoja entendería también como los rieles de nuestro torrente vital. La totalidad: una hoja de té infusionada y siendo libre en nuestro paladar.
Sí te gustaría probar con una experiencia de té cómo está, puedes inscribirte a nuestro Círculo de Té, en dónde descubrirás el extenso mundo del té a través de hebras completamente únicas e irrepetibles. Sigue el enlace de nuestra página en línea para inscribirte.
Reseña escrita por Ely Gaeta
Comentarios (0)
No hay comentarios todavía. Sé el primero en comentar.