La exploración de un té puede ser una experiencia de sorpresas peculiares. Parte de esta exploración sucede en un entorno en donde las mismas hebras de té se exponen a un diálogo de orígenes, tierras y culturas vinculando el imaginario como metáfora vivencial. Si en algún momento has experimentado esto al beber té, sabrás que más allá de la denominada “magia del té” se trata del vínculo con la otredad que el té genera al probarlo sorbo tras sorbo. ¿Cómo es que esto sucede?
Recientemente en nuestra sesión del Círculo de Té probamos las hebras de Hunan Fuzhuan cosecha 2018, una variedad de té oscuro en ladrillo, muy codiciado entre el mercado local de Hunan por su larga trayectoria de fabricación y su eficaz acompañamiento para las comidas tradicionales entre la población de Shaanxi, Hunan y Sichuan, desde 1953. La selección de este lote corre a cuenta de nuestros amigos de Sinellia Tea y Carolina Levy, con quienes también compartimos conversación en la sesión de té.
Algo importante a comentar es que, como sucede en la mayoría de los tés oscuros, su presentación prensada en tableta o ladrillo es un gran característico de identidad alrededor del mundo, convirtiéndose en un general referente al momento de identificar los tés oscuros, pero ¿será que el empaque envuelve, más allá de todo, lo esencial de la tradición en el mundo del té?
Lo que comenzaría como buena medida para resolver las problemáticas que el transporte del té implicaba, para el abastecimiento a civilizaciones lejanas, como las que se encontraban en Medio Oriente y Rusia por los años de 1679, se convirtió en todo un referente de tradición vigente hasta hoy. .
¿Será que este modo de empaque genera una reacción sustancial en el té que al final tomamos?
En el particular caso de Hunan Fuzhuan de Shaanxi, esta presentación de té prensado en ladrillos de 800 gramos, es importante, porque en el interior de sus hebras con tallos ligeramente platinados, se encuentran las denominadas “flores doradas”, que aluden a la presencia de múltiples esporas bacterianas del reino Fungi. El hongo Erotium Cristatum, también conocido como Aspergillus Cristatus, es generalmente el predominante en esta variedad de té oscuro. De hecho, este tipo de flora dorada es un indicador importante al hacer la evaluación de calidad de este tipo de té, es decir que el resultado deseable siempre será un equilibrio de “flores doradas” y hebras de té; esto como preámbulo visual, consecuente a una fermentación controlada y balanceada por los maestros del té.
Ahora bien, ¿de qué manera influye la presencia de Erotium Cristatum (o Aspergillus Cristatus) al beber esta variedad de té oscuro? Estudios académicos, de carácter científico en Shaanxi, nos explican que, el hongo Erotium Cristatum (en presencia de nuestro organismo) actúa como un probiótico natural efectivo a la flora intestinal, favoreciendo la digestión de alimentos con altos contenidos grasos, calóricos y aminorando los rasgos de propensión a la obesidad, esto tanto en humanos como animales. Sin duda un rasgo sorprendente y efectivo a la altitud y dieta de los pobladores de las zonas Xian.
Algo importante que hace a este té tan popular, es la significación que adquieren sus sabores y texturas al sorber cada una de las infusiones. Desde la primera infusión se puede apreciar la intensidad de color rojizo que posee este té, desde luego todo un deleite visual al momento de infundir cada sección de hoja. Las esporas suelen dispersarse entre las ondas de agua caliente que navegan entre las paredes del gaiwan y sus aromas sutiles a melocotón maduro, miel y yesca del bosque húmedo, comparten inmediatamente protagonismo desde la primera infusión.
Desde luego, a primera vista se puede inferir que será un momento de prolongadas infusiones.
El corte se distingue entre delgadas hojas largas y tallos rígidos de tonos marrones. El agua se absorbe entre los bordes formados en la sección de ladrillo que flota con la densidad del agua caliente.
Las mareas de té oscuro Hunan Fuzhuan, pasan por nuestra boca con cierta ligereza y cuerpo cremoso con dulzura terrosa y fermentación vegetal a esencia de frutos secos. Es entonces cuando la sensación cálida en nuestro cuerpo incrementa, que nuestra experiencia de té se abstrae en la tranquilidad provocada en cada sorbo. ¿Será que de esta manera la “flor dorada” perpetuará su vida en nosotros a través del tiempo?
Reseña realizada por Ely Gaeta
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